sábado, 25 de diciembre de 2010

Principios para encontrar motivación y sentido en nuestra vida


Decía Viktor Frankl: “Todos tenemos nuestro propio campo de concentración interior… Debemos sobrellevarlo con paciencia y capacidad de perdón, como seres humanos completos, aceptando lo que somos ahora y en lo que nos convertiremos”. Si buscamos sentido y significado a lo que hacemos, a aquello en lo que trabajamos, o cómo vivimos, podemos superar nuestra limitada perspectiva y encontrar la llave que abra la puerta de la propia motivación, desde dentro de nosotros. Cada uno, independientemente de lo que ocurra en nuestro entorno, en nuestra empresa, en las instituciones y organizaciones en las que habitamos, podemos encontrar sentido, significado y valores que impulsen nuestra motivación y el porqué y para qué trabajamos y vivimos.
Siete principios nos pueden ayudar en esta búsqueda:
1.    Principio de la libertad de elegir una actitud positiva.
Elegir una
actitud positiva
Frente a todo lo que ocurre a nuestro alrededor, siempre tendremos la libertad de escoger, la responsabilidad, en el sentido de “capacidad de responder”, con nuestra respuesta propia a las circunstancias vitales que nos toquen. Eso sí, tenemos que pasar de sentirnos sujeto que sufrimos como “parte del problema”, a tomar la decisión de “ser parte de la solución”. 
Para ello tenemos que:
     - Desarrollar una actitud positiva,
     - Visualizar posibilidades y
     - Mantener pasión por la acción
2.    Principio de comprometernos con nuestros propios valores.
Compromiso con...
¿Qué valores?
Implica desarrollar nuestra voluntad de encontrar sentido a lo que hacemos. No se trata de basar nuestra voluntad en valores externos a nosotros, asumidos de manera acrítica, sin haberlos “traducido” a través del cedazo de nuestra propia interiorización. No se trata de basarnos en la búsqueda de placer, dinero o poder, que nos llevarán, seguro, a la frustración y la decepción, porque sólo intentan encubrir el “vacío del sentido” que no le encontramos a lo que hacemos. 
Tenemos que decidir encontrar conscientemente los valores humanos profundos que nos motivan a cada uno, los que nos son realmente significativos y por los que nos merece la pena luchar dar un sentido y una motivación a nuestro trabajo.
3.    Principio del sentido de Misión y Propósito.
¿Cuál es mi misión?
Decidir qué hacemos, porqué lo hacemos, qué significa nuestra vida y nuestro trabajo. Esto es algo personal. Es verdad que podemos optar por no dedicarnos tiempo, por no dedicar tiempo a percibirnos conscientemente en nuestra propia existencia.
Pero también podemos optar por determinar escoger un trabajo y un modo de vida que tenga auténtico significado para nosotros. Saber porqué hacemos las cosas es esencial para promover nuestra propia motivación. 
Ver el trabajo como algo que hemos de construir en la vida y no como un “medio de vida”, será la mejor vía de motivación.
4.    Principio de la "paradoja de la intención". 
Paradoja del exceso
de intención
Forzar nuestra intención, dificulta el logro de lo que deseamos. En la vida y en el trabajo, lo importante es lo que somos, no lo que hacemos. A veces nos obsesionamos, y nos obsesionan, tanto con los “resultados” que los perjudicamos. El trabajo no es lo que más cuenta, es más decisiva la manera en la que lo desempeñamos. 
Si nos centramos más en los resultados que en el proceso de obtenerlos, podemos perjudicar las relaciones y caer en el peligro de la “paradoja de la intención”. Centrarnos más en el resultado, que en el proceso de conseguirlo nos perjudica a nosotros y a los demás. Necesitamos cuidar las relaciones en el trabajo y en la vida, cuidar la confianza, el sentido tanto de lo que hacemos nosotros, como de lo que hacen los demás. No debemos olvidar que la “hiper-intención” y la “hiper-reflexión” torpedean el progreso, al dejar de lado el sentido y los valores que son los verdaderos impulsores de nuestra motivación.
5.    Principio del autodistanciamiento.
Tomar distancia
de lo inmediato
El humor que nos ayuda a separarnos de lo inmediato, nos sitúa por encima de las adversidades y es clave para tomar distancia de lo que hacemos y tomarnos con alegre seriedad el trabajo. 
El autodistanciamiento nos permite observar la realidad, orientándonos a la acción, de un modo más consciente de lo que queremos y de cómo lo queremos y nos proporciona perspectiva, conexión, aprendizaje y conocimiento.
6.    Principio de cambiar nuestro centro de atención.
Para enfrentarnos a situaciones habituales o difíciles, si nos encerramos en la negatividad perderemos la capacidad de ver lo positivo de las cosas. No conviene obsesionarse con los problemas y las dificultades, porque eso nos encierra en lo negativo. Si en nuestro trabajo pensamos en positivo, por un lado, nos sentiremos mejor y por otro, trabajaremos mejor. 
Ante la frustración,
"distracción creativa"
En los momentos de frustración o decepción, practiquemos la “distracción creativa”, miremos a otra cosa, rompamos con la obsesión y abrámonos a la acción constructiva y seremos más generosos con nosotros mismos y con los demás. 
Si con nuestra imaginación, somos capaces de ver el mundo desde el espacio, en toda su amplitud, lo que lograremos es que los árboles de nuestro bosque, no limiten nuestro mundo y, desde la perspectiva, recuperaremos el centro de nuestro sentido y la motivación de lo que hacemos. Ello nos situará en el camino de la mejor solución posible.
1.7.    Principio de la autotrascendencia.
Cuando trabajamos para el bien ajeno, nuestros valores, el sentido de lo que hacemos, nuestra propia motivación adquieren una significación todavía mayor. 
Ir más allá de lo aparente,
aunque nos sea desconocido
Si hacemos las cosas por una razón más elevada que la de satisfacer nuestras exclusivas necesidades materiales o psicológicas o nuestras obsesiones de dinero, poder o placer, podemos llegar a encontrar el posible “sentido último” de cada uno. 
Si, conscientes de nosotros mismos, tratamos de superar nuestro propio límite, podemos conectar con algo más elevado, algo que vaya más allá de uno mismo, que nos conecte con el bien colectivo, el espíritu, el cosmos, el amor o una Conciencia Superior, no importa el nombre que cada uno le de. 
Eso nos conectará con un profundo sentido que transformará nuestra vida, cuanto que dejaremos de ser prisioneros de nuestros repetitivos y obsesivos pensamientos.

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