domingo, 26 de septiembre de 2010

¿Se puede reinventar la empresa tradicional para la Sociedad del Conocimiento?





Ninguna obra humana al escapa al ciclo de vida que se describe como nacer, vivir y morir. En las organizaciones también opera. Ni Enron, ni Chrysler, ni Arthur Andersen, ni IBM, ninguna se librarán de él. Pero entonces surge la pregunta de ¿Es posible que una empresa nacida en la época industrial, pueda transformarse y re-inventarse como empresa para la Sociedad del Conocimiento? ¿Puede una empresa superar sus “capas arqueológicas” y generar nuevos modos y maneras de gestionar adaptados a lo nuevo que suponen Internet y las redes sociales? 
Una frase de Maquiavelo puede reflejar cierto inconsciente colectivo “Es preciso tener en cuenta que nada hay más difícil de conseguir, ni de más dudoso éxito, ni más peligroso de manejar, que iniciar un nuevo orden de cosas”. La afirmación, aunque cierta, me parece desmovilizadora y reflejo de un pensamiento conservador, aunque sea políticamente correcto y muy considerado por la cultura directiva esablecida.
Por mi parte, lo veo de diferente manera. Lo que digo es que aún siendo necesario ser consciente del realismo de su observación, precisamente por eso, le respondería diciendo que “Es preciso tener en cuenta que nada hay más apasionante, que vivir y comprender la complejidad y la incertidumbre de la vida y, con ellas, conseguir iniciar un nuevo orden de cosas”.
Esta sería mi perspectiva, probablemente poco adecuada para aconsejar a un príncipe que quiere mantener el poder, o para una cultura empresarial que busca exclusivamente el “resultado”. Aunque creo es una cultura de empresa inadecuada para adaptarse a una sociedad en cambio acelerado como la nuestra y a un modelo de organización y empresa al servicio de las personas.
Es verdad que los grandes cambios se asientan en la ruptura. En su innovadora explicación sobre la Estructura de las Revoluciones Científicas, Thomas Khun hablaba en 1962 de la dificultad que tienen los nuevos paradigmas científicos para emerger sobre los antiguos, que se resisten al cambio. También es cierto que el cambio social y organizativo, que llama a la “ruptura”, es bastante lento y difícil.
Ciertamente el proceso que refleja origen, crecimiento, madurez, declive y muerte es una ley de vida. Pero ante ello, en la vida en general, y en las empresas en particular, la pregunta es si cabe la “re-invención”. Para mí, la respuesta es afirmativa. Es más, es un imperativo de supervivencia. No es fácil, pero es necesario.
Todos vivimos en lo personal ”re-invenciones”, unas veces por voluntad propia y otras por fuerza mayor… Hoy nos encontramos con un contexto económico y social de crisis económica, social y cultural muy profunda. Esta traerá, como causa y consecuencia, un gran cambio social en el que el concepto de empresa en general, y de cultura de empresa en particular, van a cambiar profundamente. Los modos de educar, de formar y de aprender en la sociedad van a cambiar también intensamente. Nuevos modos de vivir, trabajar y relacionarnos, se están abriendo paso, se van a abrir paso.
Pero precisamente esta profunda crisis social y cultural general, es una gran oportunidad para plantearse cómo participar y colaborar en la Re-invención de la empresa, el trabajo y las relaciones. Para ello se necesita promover y sentir una nueva Visión que inspire la ruptura precisa. En ella habrá que desaprender lo conocido en el pasado, tanto en lo cultural, como en lo social y lo económico y supondrá una gran transformación personal y colectiva.
Aquí es donde creo que, muy brevemente dicho, la posible “reinvención” requerirá ir en la línea de incorporarse radicalmente a la Gestión del Conocimiento junto con las personas, en las Redes Sociales, comprendiendo la necesidad de borrar fronteras tanto dentro de la empresa, como de ésta con el exterior de ella. Habrá que entender cómo dirigir de maneras diferentes que las que se vienen aplicando en las empresas hasta ahora. Habrá que facilitar la incorporación de las nuevas generaciones, pero no para que hagan las cosas como antes, sino para que se hagan comprendiéndolos y asumiendo sus nuevos planteamientos de ruptura.
En definitiva, los que nos hemos educado en la era industrial, tenemos que hacernos conscientes de que las personas y las organizaciones, incluso antes de que aparecieran las tecnologías, funcionan no en base a una agenda de contactos, sino que "somos-en-una-red-de-personas". Tenemos que hacernos conscientes de que hemos vivido y vivimos inconscientes de esta realidad, creyendo que hacemos las cosas "aisladamente".
Si el cambio es posible, para hacerlo realidad, es para lo que nos necesitamos los unos a los otros. No se trata tanto de un imperativo moral, como de una necesidad social, económica y humana. Hoy más que nunca se trata de una tarea de colaboración y participación colectiva entre todos los que quieran participar en "re-inventar" su vida, su trabajo y la empresa en la que quieren trabajar. Claro que habrá que aceptar el riesgo y la incertidumbre de no saber a priori como será la solución de la re-invención personal y colectiva.
Por cierto, que no es un problema sencillo resolver que, en esta sociedad, cualquier re-invención de la empresa tradicional, habrá que gestionarla y financiarla y eso requiere un equilibrio delicado que no es fácil y que hay que tener en cuenta.
Tampoco puede olvidarse que ninguna reinvención ha sido posible, sin asentarse en lo anterior, aún para romperlo, olvidarlo y desaprenderlo... Incluso el debate con “lo anterior”, es una forma de construir lo nuevo, de alimentar el proceso de “destrucción creativa” que alumbre “lo nuevo” necesario.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Se necesitan nuevos modelos de gestión






No me resisto a "copiar" este tweet que me ha llegado. Por favor leed en http://bit.ly/9kGCaZ 
Se trata de un artículo que creo será útil a los que quieran plantearse un futuro interesante y creativo personal y profesionalmente en su vida y en su trabajo, para los próximos veinte años. 
Nunca he apreciado el modelo de gestión predominante en esta sociedad basado en el miedo, el soborno o el sentimiento de culpa... Es de lo que habla este artículo que "vive" en la Red. 
La organización que aprende, con energía propia, requiere que las personas que trabajan en ella, piensen por sí mismas, que tengan conocimiento y creatividad en lo que hacen. Requiere que sean capaces de dar lo mejor de sí mismas en el trabajo, no tanto por la empresa, como por ellas mismas. 
Si se dan estas condiciones en un colectivo que trabaja unido, cualquier empresa saldrá adelante en la Sociedad del Conocimiento en la que estamos entrando y hacia la que la "crisis" apunta. 
Conseguirlo no será fácil, forma parte de la Misión de CADMO, que es la empresa en la que trabajo. Lograrlo depende de la creatividad, la energía y el conocimiento compartido en la Red que es una empresa. Porque aunque no nos demos cuenta, los que trabajamos en una empresa, los que colaboran con ella, los que la critican, los clientes y los proveedores, somos una red. 
Aprecio a la gente que hace las cosas con iniciativa, la que sea, pero con hechos. Me identifico con las personas que hacen las cosas sin miedo, sin aceptar el soborno del plato de lentejas y sin plegarse a lo que sea que le digan por sentimiento de culpa o por falta de autonomía personal y profesional. Desde hace años, con toda mi imperfección, apuesto por un modelo de gestión nuevo, cada vez más acorde con la emergente Sociedad del Conocimiento, en la que cada vez más se vive "en Red" y en la que todos necesitamos de todos, para conseguir objetivos compartidos... como, por ejemplo, vivir con dignidad y creatividad de nuestro trabajo.
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Carlos Sáenz de Santa María



jueves, 16 de septiembre de 2010

Reinventar en Red las Organizaciones

En la Sociedad de la Información, avanzamos hacia la Empresa-Red y cada vez vamos a estar más "en redes", como profesionales y como personas. Aunque no sea fácil en lo que a CADMO/conocimiento se refiere, que es la empresa en la que estoy, por mi parte, creo que es posible abordar su 'quinta reinvención' en veintisiete años, y ella supondrá, mas bien pronto que tarde, la necesaria presencia en blogs, redes sociales y en entornos en los que compartir la información. Tanto dentro, como fuera, con clientes o proveedores. Hay que tener en cuenta que lo que está ocurriendo, incluso la actual crisis económica, aunque es una oportunidad dura, va a cambiar las organizaciones y las empresas. ¡Mucho más que lo que hizo el fenómeno de las "punto.com" a principios de la década!
No sé todavía como casará esta tendencia evidente, con las "capas arqueológicas" tradicionales de las empresas. Por lo menos estoy dispuesto a iniciar y compartir mi camino personal y profesional en esta dirección de "socialización en red".
Querría contar con vuestra aportación y ayuda. Por eso quiero promover un movimiento, tanto en la empresa en la que estoy, como en otras organizaciones económicas y sociales, que suponga un acercamiento más radical a las redes sociales y a la Web 2.0. y los nuevos entornos emergentes. Seguramente algunos ya estáis ahí, pero creo que sería estimulante para todos, compartir vuestra presencia en ellas y empezar a constituir una red personal y profesional compartida entre nosotros, con los clientes, colegas y amigos.
La prioridad para las empresas en esta época es comercial. Si no se generan ingresos no se sobrevive en esta sociedad... No sé como lo facilitará todo este proceso, pero estoy seguro que estar presente en las redes sociales también será fundamental en este sentido. Además los resultados de nuestra vinculación a las redes sociales ciertamente serán muy beneficiosos para todos en lo personal.
Por todo esto, a los que leáis esto, os invito a estar presentes en las redes sociales (Facebook, Twitter, Linkedin u otras) Desde luego, no es algo que haya que hacer por "obligación", ni mucho menos. Pero si entendemos que, los profesionales, las empresas en general y la mía en particular, realmente debemos estar "en la Red", comprenderemos experimentalmente que es posible colaborar, participar y ayudarnos mutuamente. Comprenderemos que la fuerza está en compartir información y conocimiento entre todos. Ya no será cuestión sólo de "trabajar en equipo", sino de aprender a "trabajar en red".
Siempre he pensado que una organización "no es uno", si no que es un "nosotros". Y las redes romperán las "fronteras" que juegan al exclusivismo y el poder dentro de las organizaciones. Porque además todo lo que genere sentimientos de unidad será positivo y lo contrario destructivo.
Por eso, aunque este es un mensaje general, lo escribo desde lo personal, para que si lo lees y lo quieres, me des acceso o me aceptes en las redes sociales en las que estés si lo crees oportuno. Por supuesto, no se trata de acceder a ninguna información privada o personal que no desees. Por mi parte, mi presencia en las redes sociales es para aprender y compartir y quiero ponerlo a vuestra disposición. Eso es lo que te ofrezco por el momento. Estoy empezando y por eso te pido que me ayudes, con tus comentarios y sugerencias. Me puedes buscar en Facebook, como Carlos Sáenzsantamaría; en Linkedinn: como Carlos Sáenz de Santa María y en Twitter como, @C_Saenz_SM.
¡Estaré encantado en compartir tus "redes" y tu conocimiento! ¡Muchas gracias!
A cada uno que lea esto le envío, un cordial saludo.
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Carlos Sáenz de Santa María