domingo, 31 de octubre de 2010

Cambiar las organizaciones, el lenguaje, nuestras mentes.

SOCIEDAD INDUSTRIAL
SOCIEDAD CONOCIMIENTO
Misión impuesta
Máquinas
Misión compartida
Redes
Vertical
Horizontal
Estabilidad
Incertidumbre
Control
Autocontrol
Jerarquía
Proyecto compartido
Departamento
Proceso
Recibir instrucciones
Compartir información
Recursos humanos
Comunidad de personas
Individuos
Equipos
Obediencia
Compromiso
Burocracia
Adhocracia
Individualismo
Colaboración
Centralizar
Delegar
Cumplir la norma
Tomar la iniciativa
Ejecutar el plan
Generar soluciones
Director
Coordinador
Dar órdenes
Facilitar
Mandar
Liderar
Dirección por objetivos
Valores compartidos
Poder
Rigidez
Autoridad ganada
Humor
Presencial



Desde un proceso autodestructivo




Virtual
Hacia una complejidad autoorganizada


sábado, 2 de octubre de 2010

Con las redes sociales, humanizar y re-inventar la empresa y la sociedad

Sigo a vueltas con la re-invención, lo siento. Ayer apuntaba en un tweet, el peligro de la "monetización", para la supervivencia de las redes sociales en esta sociedad tan... monetizada. Ya sé que es un concepto para Internet, pero el lenguaje refleja el fondo.
Para garantizar una respuesta válida, la clave está en la “humanización”, en la humanización radical y sin complejos. El dinero, la monetización –por cierto, horrible palabra- es un medio, nunca un fin. El dinero es un medio de intercambio, organización y medida. Pero, el fin es el desarrollo humano, personal y colectivo. 
Se puede tachar a esto, peyorativamente, de “idealismo”. Como si el “realismo” tuviera que pasar por ganar a costa de los demás, del autoritarismo, la corrupción establecida o el auto engaño social aceptado.
Es desde esta perspectiva desde la que contemplo el papel de las redes sociales, el papel de un nuevo tipo de empresa, de un nuevo concepto de lo que es trabajo y servicio a la sociedad. Sin embargo, considero que un nuevo humanismo es imprescindible para la Sociedad del Conocimiento. 
No es que sea una cuestión “moral”. Es algo práctico, si queremos, colaborar, participar y enriquecer nuestras vidas y nuestras sociedades, más allá de “vivir entretenidos” por los eventos deportivos, sociales o los mass media. Hay otras opciones para elegir, pero están más manipuladas y son menos humanas…
No se trata, tampoco, de mantener una actitud "voluntarista" o mantener una "intencionalidad" ciega e inconsciente. Lo contrario. Se trata de no dejar que nuestra acción se someta a "las circunstancias". Tenemos que partir del hecho de que el contexto y la circunstancia es la que es y que no dependen de uno. Es como "un destino", ante el que lo único que queda es nuestra propia libertad de responder. La respuesta, sí que depende de uno. Tenemos la libertad de responder a la pregunta que nos hace la vida. Es verdad que a través de la “circunstancia” y el “contexto”, pero eligiendo y dando nuestra respuesta personal. Tenemos la libertad y la posibilidad de sentirnos responsables de nuestra existencia allí donde estemos, nos pase lo que nos pase.
Pero para responder a esta sociedad, a las circunstancias en las que vivamos o trabajamos, es necesario sentir, en lo personal y en lo colectivo, que frente al contexto, "nosotros" elegimos tener una misión propia y una visión compartida. Si las encontramos, sobreviviremos, dentro de las limitaciones propias de la vida, al culto al dinero y las ideas establecidas. En cualquier caso... si lo hacemos así, viviremos dando sentido a nuestra vida personal y profesional con total honestidad y satisfacción.
Poner voluntad respondiendo a las circunstancias de nuestra vida, no es cuestión de "voluntarismo", es cuestión de escoger una actitud basada en un “optimismo auténtico”, que mantenga:
a)      Una perspectiva positiva ante cada situación
b)      Una visualización creativa de alternativas y posibilidades y
c)      Una actitud que genere y sostenga auténtica "pasión por la acción"y
si es posible compartida en "un-solo-nosotros"... ¡Mucho mejor!

 Viktor Frankl y su discípulo Alex Pattakos, autores que recomiendo, dicen que “somos libres de escoger nuestra respuesta” y que “Nuestra voluntad de sentido, no nuestra voluntad de placer o poder, es lo que ilumina nuestra vida con auténtica libertad”. Cuando todos los que trabajamos, directivos o no, “aportamos conciencia al trabajo (es decir sentido y consciencia a lo que hacemos) es cuando nos convertimos en catalizadores de cambios profundos”, en la vida personal, profesional y social.
Así son las cosas. La solución, como tiene que ser fundamentalmente humana, personal y colectiva, no es unívoca, ni sencilla. Lo operativo, dependerá sólo de aplicar, mejores o peores técnicas. Pero lo verdaderamente significativo, lo curioso, es cómo se reproduce “el bucle humano”. Porque para reinventar cualquier empresa humana, los que tenemos que reinventarnos, somos las personas que constituimos las empresas, las redes sociales y la sociedad. Ahora, con Internet, podemos tomar la palabra, compartirla e inventarnos soluciones más humanas.
Para que seamos capaces de responder a un contexto social que pretende embotar nuestras mentes y poner exclusivamente el dinero al frente de nuestras vidas, la solución pasa porque logremos, personal y colectivamente, reinventarnos en una actitud positiva, en la creatividad y en la pasión compartidas. Aunque, conservadora y maquiavélicamente considerado, sea algo difícil, dudoso y peligroso, a pesar de todo, cada uno podemos elegir la respuesta que queremos dar.

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Carlos Sáenz de Santa María